viernes, 21 de marzo de 2014

- Me preocupa lo que no te oigo decir.
- Tal vez no me escuches.
- Sí. Te escucho. No hay una gota de emoción, ni el más mínimo entusiasmo. Demuestran la misma pasión que dos pingüinos. ¿Dónde está tu arrebato? Quiero verte flotar, cantar apasionadamente, bailar en éxtasis.
- ¿Nada más?
- Que seas delirantemente feliz, o dispuesta a serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario